Me miró a los ojos y sentí que moría. Estábamos tumbados en el sofá, viendo una película, pero realmente no le estábamos haciendo caso. Me volvió a mirar, y sus labios tocaron los míos. En ese momento me sentí llena, esa sensación era mejor que la heroína.
-Te quiero- le susurré al oído
No dijo nada, se limitó a abrazarme. Esa noche me quedé allí a dormir, no me quería separar de él.
Abrí los ojos, supuse que estaba en la habitación de Zacky porque las paredes estaban llenas de posters de grupos. Me levanté y lo ví en el salón. Me acerqué y lo besé.
-Tengo que irme ya a mi casa, no llamé a mis padres para avisarles de que me quedaba.
-¿Quieres que te lleve? No me importa
-Está bien- le sonreí
Me llevó en su moto, el aire me azotaba la cara y me despejaba un poco. Llegué a casa y mis padres me estaban esperando.
-Ayer no nos vimos, ¿qué tal el concierto del otro día?- dijo mi padre
-E-esto...bien...- no me esperaba aquella pregunta
-Bueno, vamos a comer ya- dijo mi madre
Comí corriendo y llamé a Zacky. Quería volver a verle esa tarde.
-¿Sí?
-Ehmm...Zacky, soy yo, ¿puedes quedar esta tarde?
-Ahora mismo estoy ensayando con el grupo, mira, si quieres vente, y te presento al resto
-Vale, voy para allá.
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